"Estoy harta de ser la única que limpia en esta casa". Cuantísimas veces habrá dicho eso mi madre y ahora mejor que nadie me doy cuenta de ello. Porque estoy harta de vivir entre mierda, sí mierda. Al menos mi habitación la tengo bien pero en el resto de la casa la mugre se está apropiando de todo. El cuarto de baño, ese sitio dónde uno se asea, ese sitio que debería estar 'como los chorros del oro' y que solo llega a estar así cuando YO lo limpio. Por no hablar de la cocina un sitio que debería estar limpio porque es donde se come, donde vosotros, guarros, parece que os sentís como en el paraíso bueno en especial tú CERDO. Todavía no te he visto coger un trapo más allá que para sacar un plato del horno, al menos le has pasado la aspiradora a tu habitación. Y es que estoy tan cabreada que ya no podía más. Pero hablemos de mi cocina, por fortuna pocas son las veces en las que he tenido que cocinar con la cocina tal y como está ahora, a día de hoy Marta V. puede dar también testimonio de ello, la pila de platos sucios ha colmado mi paciencia y espero que mañana estén limpios (puedo esperar sentada porque de pie puede que me canse). Pero nada que seguro que mañana limpio los fogones eso sí con guantes y la encimera, ¡Dios Santo! Creo que esa encimera solo ha visto un trapo las veces que yo se lo he pasado, sí me siento como un ama de casa. He visto de todo, y cuando digo TODO es todo. El único consejo, bueno, no conviváis con gente que no conocéis previamente y si no los conocíais que sean italianos que son los únicos que parecen más limpios.
lunes, 28 de abril de 2014
martes, 1 de abril de 2014
Erasmus en Exeter: Capítulo 7
Ahora que ya se ha terminado el periodo de clases y que solo tengo que preparar dos redacciones más un trabajo para España; ahora que me doy cuenta de que hace nueve meses desde que empece a prepararlo todo, y que ahora estoy a punto de terminar mi año en Exeter; hay que hacer un breve inciso para percatarme de todo lo que me llevo. Experiencias de ensueño, amistades que dan la impresión de que no se van a romper y espero que no lo hagan porque si os soy sincera no imaginaba mi año de Erasmus como el que ha sido. Más allá de todo me quedo con lo que he aprendido. He aprendido a valorar por encima de todo a mis seres queridos, porque por más libertad que quieras tener siempre necesitarás un abrazo de esos que nunca te han abandonado. He aprendido a valorar lo que como, cuantísimas veces he rechazado la comida de mi madre y cuantísimas veces la he añorado aquí. He aprendido que se puede sobrevivir a base de pasta, arroz, carne picada y pollo. He aprendido mucho de mis clases, he mejorado mi inglés. En definitiva, para todo aquel que todavía dude de irse de Erasmus o no, tengo que decir que es la mejor experiencia que puedas tener y que sin duda se crece como persona.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
